martes, 11 de septiembre de 2007

Relajación de los músculos de la cara

Centre su atención en los músculos de la frente.
Levante las cejas todo lo que pueda (manteniendo los ojos cerrados) y arrugue la frente.
Sin bajar las cejas, arrugue la frente todavía más. Note la sensación de tensión.
Ahora, relaje la frente y deje que la tensión desaparezca. De nuevo, tense la frente, levante las cejas y frunza el ceño.
Estudie la sensación de tensión que rodea su frente.
Relax, suelte los músculos de la frente.
Observe la agradable sensación que le proporciona la relajación de sus músculos.
Dirija su atención a los ojos, la parte alta de las mejillas y la nariz.
Apriete los ojos y arrugue la nariz con fuerza.
Siga así. Note la tensión que predomina en esa parte de su cara.
Relax, suelte los músculos.
Examine la sensación de relajación, permita que los músculos se relajen más y más profundamente.
Una vez más, tense los ojos, la parte alta de las mejillas y la nariz.
Tense los músculos aún más.
Sienta la tensión en sus músculos.
Relax, aprecie la diferencia entre la tensión anterior y la relajación de este momento.
Concéntrese ahora en las mandíbulas y la barbilla.
Apriete las mandíbulas y los dientes; saque la barbilla hacia fuera, presione el paladar con la lengua.
Fíjese en la sensación de tensión.
Relax, aprecie ahora la sensación de relajación.
Tense de nuevo las mandíbulas, apriete los dientes, saque la barbilla hacia fuera y presione el paladar con la lengua; consiga que los músculos se encuentren más y más tensos.
Suelte, deje que los músculos se relajen.
Note la agradable sensación de relajación.
Centre ahora su atención en la totalidad de su cara.
Permita que los músculos se relajen más y más; que desaparezcan las señales de tensión.
Deje que la relajación progrese; más y más profundamente
.

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