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Hoy en día se comercializa en todos los países y posee un sin número de propiedades, muchas de la cuales ayudan a prevenir afecciones y aportar un gran valor nutritivo para el cuidado de la piel.
Las hojas de esta fruta, por ejemplo, son aprovechables en problemas de nervios ya que, además de contribuir a una buena depuración, actúan como un sedante suave. Del mismo modo, las infusiones preparadas con esta parte del fruto puede cumplir el rol de un muy buen jarabe para la tos, el resfrío y el catarro.
Cabe destacar, sin embargo, que comer la fruta entera tiene muco más valor curativo precisamente por las propiedades de cada parte en conjunto.
Entre la enfermedades que combate la frutilla están el reumatismo, la gota, diversos problemas hepático, cálculos o blenorragias.
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