lunes, 14 de abril de 2008

Las manos del deseo

Las manos son una herramienta de trabajo incansable. Comen, beben, fuman... y meten el dedo en casi todas nuestras actividades cotidianas; tocan y retocan, gesticulan, golpean, pellizcan, acarician... Es difícil tener las manos quietas. Siempre a la vista y expuestas a los efectos de todo tipo de agentes externos, se muestran más vulnerables a ellos que el propio rostro. Y delatan el paso del tiempo tanto como el cuello o el contorno de los ojos.

Cuidados

Tener las manos limpias no es suficiente para poder mostrarlas con orgullo. Las manos revelan nuestra personalidad, y hasta nuestra profesión. En oriente, simbolizan el alma de la persona y sus cuidados son todo un rito. En occidente, son una tarjeta de presentación y siempre deben estar en perfecto estado de revista.

Su anatomía es muy frágil para todos los cometidos que han de desempeñar. La parte superior de las manos se encuentra bastante desprotegida por la baja concentración de glándulas sebáceas y sudoríparas que posee.

El frío, el sol, los lavados frecuentes y el contacto con detergentes u otras sustancias, deterioran rápidamente el aspecto de la piel y las uñas. El proceso de envejecimiento se acelera aún más con la falta de protección y los pocos e irregulares cuidados que se les prestan.

A veces las manos envejecen antes que el rostro porque se les han negado los cuidados y la protección que necesitaban durante demasiado tiempo. A partir de los 35 años, suele iniciarse el proceso de envejecimiento, que en muchos casos va unido a la aparición más o menos visible de manchas de color marrón.

Al principio apenas se notan, pero van multiplicándose con el paso del tiempo y haciéndose cada vez más evidentes. La acción repetida de los rayos ultravioleta es la causa definitiva para el desarrollo de este defecto de los melanocitos. Hasta ahora, las cremas de manos sólo se preocupaban de hidratar y proteger.

Soluciones

Recientemente, se han lanzado productos especializados en combatir su envejecimiento y capaces de aclarar progresivamente las manchas. Eso sí, la aplicación debe hacerse de manera regular. A las cuatro semanas de uso se empieza a observar algún resultado, justo el tiempo que tarda la piel en realizar el ciclo completo de renovación celular.

Algunos centros de belleza están empezando a incluir en sus cartas de tratamientos, programas específicos para el cuidado de estos problemas. La manicura ha pasado a ser un gesto de higiene en profundidad que la mujer realiza en casa o en la peluquería.

Estos nuevos servicios se ocupan de regenerar el tejido de las manos, eliminar las células muertas y aclarar las manchas con activos específicos.

La cirugía para la belleza de las manos se practica muy poco. Existe poca demanda y los resultados realmente no merecen la pena. El lifting del dorso de la mano, elimina el exceso de piel y quita las venas abultadas. Se realiza con anestesia local y deja una cicatriz en la muñeca, que queda oculta bajo el reloj o la pulsera.

Algunos cirujanos realizan implantes de grasa para dar un aspecto más joven a la mano, pero a los pocos meses se ha reabsorbido. El peeling químico es la técnica más adecuada para borrar las manchas seniles que cubren la superficie de la mano. El problema es que la piel queda muy sensible y después no se puede exponer al sol.

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