En principio, existe una realidad: lo que no se hizo en todo un año, no se puede hacer en un solo mes, por lo que no debe aferrarse a las llamadas dietas mágicas, aquellas que prometen “milagros”, pero que en realidad sólo son maneras ordenadas de restringir comidas y, en la mayoría de los casos, generan un efecto rebote al intentar mantenerlo que conduce a la recuperación del peso perdido.
El verano es una estación que por las altas temperaturas permite que no se tenga que comer grandes cantidades para saciar el apetito, pero cuando el hambre ataca es recomendable enfocarse en la densidad y no en las calorías. Es decir, elija volúmenes considerables de aquellos alimentos que aporten escasa cantidad de calorías, siendo las ensaladas, gelatinas y yogures bebibles, una excelente opción.
Los tiempos y horarios son otro punto a tener en cuenta. Trate de respetar los horarios de sus ingestas dado que “picar” entre comidas es engañoso y puede contribuir a sabotear su meta. Asimismo, no en todos los horarios conviene comer la misma cantidad indistintamente. A la noche, por ejemplo, es mejor comer liviano. De esta manera evita que se acumulen más grasas y que a la mañana siguiente tenga apetito y no se saltee el desayuno.
Una clave para no abandonar la dieta es permitirse una licencia, como una copa de vino con amigos, un helado o alguna otra que cause satisfacción. Del mismo modo, se debe perder el miedo a los hidratos de carbono que son un nutriente esencial del cuerpo y nos aportan energía que de no provenir de éstos, se vale de las proteínas. Por eso, no renuncie a ellos, sólo cambie los del tipo complejo presente en la papa, la batata o las legumbres por los simples como la fructuosa que se encuentra en las frutas y hortalizas.
Del mismo modo, variar los alimentos evita el aburrimiento a la vez que permite incorporar todos los nutrientes necesarios para el organismo.
Por último, es realmente importante que no deje de realizar actividad física aeróbica antes que anaeróbica, de resistencia o fuerza. Si puede, deje de lado la sala de musculación y opte por correr, caminar o cualquier máquina cardiovascular.
Comer es uno de los mayores placeres de la vida pero disfrútelo de manera mesurada, saludable y metódica para gozar de buena salud, verse bien y disfrutar este verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario