El 2008 ya es una realidad: pasan los días, las semanas y una vez que el entusiasmo por el comienzo del nuevo año comienza a mermar, las ganas de realizar rutinas de ejercicio disminuyen poco a poco. El calor, por supuesto, tampoco ayuda.
Teniendo en cuenta esta realidad y a fin de evitar la exposición a las altas temperaturas y al impiadoso sol, y con el objetivo de reemplazar la caminata hacia el gimnasio, hay muchas opciones que posibilitan el desarrollo de una rutina "puertas adentro" de la casa.
De acuerdo con los especialistas, lo principal es tener iniciativa, predisposición y creatividad para ir adaptando las actividades cotidianas así como también los elementos que están en el hogar a las necesidades y gustos de cada persona.
Sillas y escaleras, aliados para la actividad física "casera"
Por otro lado, y tal como sucede cada vez que una persona decide comenzar a hacer actividad física, sea cuál sea el tipo de ejercicio, debe realizar previamente una consulta médica para conocer qué grado de aptitud física posee o, por el contrario, si existe algún impedimento.
"La posibilidad de realizar ejercicio físico siempre depende de la edad y de lo que cada individuo pueda hacer en base a su capacidad física. Pero, sin excepción, todo aquél que se decide a iniciar una actividad debe concretarlo habiendo realizado una visita médica anteriormente. Además, las rutinas -para las cuales hay muchísimas opciones disponibles ya sea con o sin aparatos como cintas o bicicletas fijas y en las cuales hay que prestar especial atención a las repeticiones- deben estar armadas siempre por un profesional, ya sea cardiólogo, deportólogo, traumatólogo, kinesiólogo o preparador físico", explicó a Pro-Salud News el doctor Luis Pintos, médico traumatólogo y deportólogo.
Otro punto importante es la organización, y que si bien el trabajo se realiza en el hogar, es necesario armar un esquema o rutina que divida los trabajos por días u horarios. Esto permite saber en detalle qué tipo de actividad se hizo cada día para evitar repeticiones que favorezcan el aburrimiento y atenten contra el entusiasmo y las ganas.
Finalmente hay que cumplir con la entrada en calor que debe consistir de algunos ejercicios de estiramiento que pueden hacerse con música de fondo y valiéndose de las paredes.
Una vez previstas estas cuestiones es momento de poner manos a la obra: para levantar peso hay varias opciones. La primera de ellas es comprar unas mancuernas regulables que pueden ajustarse en las muñecas y utilizarse para hacer las actividades de la casa, o bien en los tobillos a fin de ir endureciendo los músculos de las piernas a cada paso. En segunda instancia, se pueden usar elementos de la casa como por ejemplo latas de comida o botellas de bebida llenas y moverlas hacia un lado y otro a modo de pesas.
Al momento de poner el cuerpo en movimiento, nada mejor que disfrutar de buena música y armar improvisadas rutinas de baile, o bien disfrutar de momentos de juego con los niños. La presencia de un perro en la casa también puede resultar beneficiosa. En estos casos es recomendable prescindir del paseador y combinar los ejercicios de "puertas adentro" con una caminata al aire libre.
Por su parte, las escaleras son el mejor "step" y están disponibles en todos los hogares. Si se trata de una casa, es recomendable subirla manteniendo cierto ritmo y comenzando y terminando con dos o tres repeticiones. En caso que se trate de un edificio, se puede suprimir el ascensor y subir y bajar por escalera. Este ejercicio fortalece las piernas y los glúteos y ayuda a ganar capacidad respiratoria. También es muy útil valerse de sillas para cumplir con los ejercicios destinados a tonificar la parte inferior del cuerpo.
Cabe señalar que los especialistas destacan la relevancia de realizar actividad física constante, progresiva y controlada -muchos recomiendan cumplir media hora de actividad cinco días a la semana-; con lo cual el objetivo no debe ser la pérdida exagerada y repentina de peso, sino la ganancia de un buen estado físico que permita alcanzar un óptimo estado de salud y sentirse todos los días un poco mejor, previniendo la aparición de lesiones.
En este sentido, también es necesario realizar una relajación posterior de entre diez y quince minutos a fin de ir disminuyendo poco a poco el ritmo de la respiración para, a su vez, readaptar el cuerpo para continuar con el resto del día.
"Tanto la entrada en calor como la relajación posterior son imprescindibles para prevenir las lesiones y dejar que el cuerpo se recupere de la pérdida de energía. Siempre es preferible quedarse con las ganas de hacer algo que terminar la rutina muy cansado", refirió el doctor Pintos.
Para terminar, otra cuestión a considerar es la compañía, dado que hacer actividad con una persona o un grupo de amigos siempre resulta estimulante. No obstante, si no fuera posible, igualmente es necesario contar con alguien en la casa que pueda ocuparse de las cuestiones más urgentes como por ejemplo el cuidado de los chicos mientras se realizan los ejercicios descriptos.
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