Elegir la hora correcta. En principio, hay que tener en cuenta cuántos grados hace al momento de salir a correr. Siempre es preferible entrenar antes de las 10 de la mañana o al atardecer, noche, horarios en los que la temperatura desciende a menos de 27 grados. Si la temperatura es extremadamente elevada (superior a los 27 grados) no se recomienda realizar la actividad, aunque sean las 12 de la noche. Si no queda otra opción que correr en horas de pleno sol y altas temperaturas, se puede optar por hacerlo en zonas con abundante vegetación y sombra.
Hidratarse correctamente. El calor deshidrata, esto ocurre no sólo porque transpiramos más sino porque el organismo requiere más energía para contrarrestar la temperatura externa, por lo cual las células se exigen más y, como en todo proceso del organismo, necesitan agua para hacerlo. Por eso se dice que es el verano, la época en la que perdemos más líquido. Una hidratación adecuada se logra con prevención. Es decir, no hay que esperar a tener sed, cuando se está sediento significa que el cuerpo ya está deshidratado. Si usted corre habitualmente debe tener la constancia de consumir al menos de 2 a 3 litros de agua por día, corra o no ese día. Independientemente de esto puede acompañar el entrenamiento con agua o una bebida isotónica rica en minerales, los que se pierden al transpirar.
Al correr debe beberse el agua en sorbos pequeños y no en grandes cantidades porque puede provocar efectos secundarios. Por un lado, puede generar una descompensación con dolores de estómago y, por el otro puede, puede aparecer lo que se conoce como hiponatremia, que se produce cuando se consume una excesiva cantidad de agua de manera brusca. Como consecuencia de ésta se presentan signos de sobre hidratación como edemas e inflamación en las manos y pies.
Buscar la indumentaria adecuada. Preferir los colores claros, ya que los oscuros atraen más los rayos solares. Pero además usar telas de secado rápido, como las que vienen con los procesos dri fit o sphere dry, materiales que permiten mayor flujo de aire entre la piel y la prenda, manteniendo el cuerpo más fresco. En cuanto al short, este puede ir acorde a la comodidad y rango de movimiento de cada persona. Las medias son clave, hay que usarlas aunque haga calor. Deben ser en lo posible de un tejido fino y de buen ajuste, especialmente en la zona media del pie y en el tobillo para evitar ampollas y roces. Otro accesorio indispensable es un gorro con visera para proteger la cabeza y la vista de los rayos solares, además retiene el sudor.
Ahora sí, con estos consejos y habiéndose puesto el filtro solar, sólo queda agregar voluntad, técnica y constancia para seguir entrenando en verano y así llegar en estado para el maratón de la próxima temporada.
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