viernes, 6 de junio de 2008

Conozca el raro síndrome que puede matar a bebés y a embarazadas


Si bien está presente en sólo el 1% de las gestaciones, sus síntomas pueden confundir a madres y médicos, y desencadenar consecuencias inesperadas. Cómo reconocerlo
El experto
argentino Eduardo Malvino, médico de Cuidados Intensivos de la Clínica Suizo Argentina, sostuvo en una entrevista realizada por la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) que el Síndrome de Hellp, que sólo afecta a entre el 0,17% y 0,85%, puede ocasionar la muerte de mujeres embarazadas y sus bebés si no se lo trata a tiempo .

Lo que el profesional destacó no sólo es la necesidad de tener en cuenta este síndrome, sino los síntomas que lo caracterizan, muy comunes, y que pueden ser atribuidos erróneamente a otras causas.

Si bien se desconocen las causas del Síndrome de Hellp, se sabe que sus rasgos principales son las cefaleas persistentes que no ceden ante analgésicos comunes, una grave hipertensión inducida por el embarazo, una elevación de las enzimas hepáticas y una disminución de las plaquetas en sangre.

Según Malvino, también se suelen presentar problemas a nivel visual, como disminución de la agudeza, ceguera parcial, temporaria o permanente, o la sensación de luz o ráfagas de chispas, además de un dolor en la parte central y superior del abdomen (en donde están ubicados el hígado, la vesícula biliar, el ángulo hepático del colon y el riñón derecho).

Las consecuencias, en tanto, son la lesión estructural generalizada de la pared de los vasos sanguíneos (en especial arteriolas y capilares) y el fallo hepático fulminante, lo que genera el aumento de enzimas que afectan aún más las células del hígado.

En las primeras etapas del síndrome, los médicos suelen detectar problemas renales, que pueden llevar con el tiempo a la disminución o ausencia de la orina, agregó el especialista.

Este cuadro de situación está asociado a otros problemas que se pueden presentar durante el embarazo, como desprendimiento placentario, feto muerto, hemorragias en el periparto o la cesárea anticipada.

Este síndrome se presenta, principalmente, en madres primerizas que se encuentran en la franja de entre los 20 y los 30 años. Sin embargo, también se observó en mujeres mayores que cursan segundos embarazos con parejas distintas a la anterior.

Si bien se pueden dar casos en embarazadas de todos los niveles económicos, en las de condición más humilde suele evolucionar hasta etapas mucho más graves, por la escasez o ausencia de estudios prenatales que posibiliten el diagnóstico.

Para Malvino, la mediación antihipertensiva no es suficiente, por eso recomienda, en estos casos y por el peligro que implica en madres y bebés, interrumpir la gestación.

En tanto, en las embarazadas que estén cursando entre la semana 24 y la 34 propone prolongar la gestación bajo tratamiento, para así lograr la maduración pulmonar adecuada que permita luego atender al recién nacido en centros de cuidados neonatales de institutos de alta complejidad.

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