Como seres humanos que somos, al realizar actividad física y elevar nuestra temperatura corporal es común percibir la sensación de sed. Hay personas que inmediatamente atienden a ésta y hay quienes la dejan pasar restándole importancia. Lo que no todos saben es que la sed es un indicador de la deshidratación y no hay que esperar a llegar a esta instancia para ingerir líquido, sino que hay que anticiparse a ella.
La hidratación es sumamente vital, no sólo en el deporte sino en todo momento. Al llevar a cabo cualquier rutina de ejercicios tarde o temprano y en mayor o menor medida vamos a transpirar. Esta es la manera que tiene el cuerpo de regular su temperatura, y si no recuperamos ese líquido que perdemos se puede disminuir el rendimiento hasta en un 40%, según se ha comprobado.
En el caso de los corredores, según los especialistas, es aconsejable beber al menos 500 cm3 de líquidos antes de dormir, la noche previa a una carrera y otros 500 cm3 por la mañana. Luego, deberían ingerirse otros 500 ml casi una hora antes de correr, y un adicional de 250-500 cm3, 20 minutos antes para nivelar las reservas de líquidos. Durante la competencia, la ingesta de líquido recomendada es de 150cm3 cada 20 minutos. Y al finalizar, debe continuarse con la hidratación.
No obstante, se sugiere comenzar con el aumento del consumo durante el periodo de entrenamiento, para acostumbrar al organismo y así evitar malestares gastrointestinales.
Para los que no se dedican a la competencia, beber agua no sólo es suficiente, sino que es indispensable. Es el hidratante universal porque elimina la sed antes que cualquier otra bebida, aunque como contrapartida, esto sucede antes de que el organismo esté totalmente rehidratado. Por eso es preciso ir bebiendo todo el tiempo. Pero para calcular cuánto es lo que tendríamos que consumir, se aconseja pesarnos antes y después del ejercicio. Se recomienda tomar 600 ml por cada medio kilo de peso perdido.
Para estos deportistas que sí se dedican al alto rendimiento, es clave el tipo de líquidos que se elijan. En cambio, si se excede ese tiempo, la mayoría de los expertos recomiendan complementar la ingesta de agua con bebidas deportivas que contengan carbohidratos (azúcares), sodio y potasio, ya que reducen la sed y la formación de orina. El consumo únicamente de agua podría producir hiponatremia (intoxicación por agua). Se trata de una disminución significativa de los niveles de sodio en sangre.
Es importante recordar que al realizar un deporte, ya sea de alto rendimiento o simplemente para mantenerse en forma, el cuerpo puede perder hasta un litro de agua por hora en días muy calurosos. Si la ingesta de líquidos no es la apropiada, el rendimiento baja debido a la insuficiencia de electrolitos, minerales esenciales como el potasio y el sodio. Además, la deshidratación puede traer efectos adversos en la función cardiovascular y en la regulación de la temperatura corporal.
jueves, 29 de noviembre de 2007
La importancia de la hidratación
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