viernes, 16 de noviembre de 2007

Claves para los que empiezan el gimnasio en noviembre

Si bien son harto conocidos los beneficios de llevar una vida saludable, que incluya una rutina semanal de ejercicios, lo “no” aconsejable es realizarlos todos juntos, a poco de comenzar el verano y ante la tan "temida" primera puesta del traje de baño.

La regla es pareja para todos: hombres y mujeres quieren llegar espléndidos a la playa, pileta o donde se dispongan a pasar su descanso veraniego. Ahora, ¿qué debe tener en cuenta alguien que se apronta a hacer ejercicio por primera vez en el año?

El doctor Norberto Debbag (MN 51320) es deportólogo y cardiólogo. En diálogo con Infobae.com destacó que “es importante diferenciar si quien se dispone a comenzar con una rutina es chico, adolescente o mayor de 35 años, ya que después de esa edad hay que tener en cuenta la posibilidad de enfermedad coronaria”.

“Un análisis de sangre, un examen físico y un electrocardiograma es lo que se aconseja a toda persona que empieza a hacer actividad”, informó Debbag, quien destacó que “si se trata de alguien mayor de 35 años se debe agregar ergometría” (para ver estado de arterias coronarias).

Ésos son algunos de los recaudos necesarios “para prevenir la muerte súbita en el deporte”. A los deportistas “de verano”, el profesional agregó los “ocasionales”, entre los que agrupó a quienes “van al country el fin de semana y antes de comer el asado juegan un partido de fútbol o tenis, o andan en bicicleta.

Además, existen lo que se denominan factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, presión arterial, colesterol, obesidad, sedentarismo, o adicción al tabaco.

La época del año, en la que predominan las altas temperaturas hace que al de la falta de entrenamiento se sume otro problema: el golpe de calor. “Cuando hace más de 30 grados de temperatura o la humedad es muy elevada, se deben exacerbar los cuidados o evitar la actividad”, aconsejó Debbag, quien recalcó: “Entre las 11 y las 16 no es aconsejable el ejercicio”.

En ese sentido, la hidratación es un factor importante a tener en cuenta. “Antes, durante y después de la actividad física la ingesta de líquido es vital”, explicó el profesional, quien diferenció que “si la actividad dura menos de 90 minutos, el agua es suficiente para reemplazar líquidos que pierde el cuerpo, en tanto que si dura más, deberán ingerirse bebidas con sales minerales, sodio y glucosa.

También es relevante prestar atención a la ingesta de alimentos pues no es recomendable hacer deporte antes de las dos horas posteriores al almuerzo o la cena.

“Es importante la entrada en calor para que músculos se oxigenen antes de empezar la actividad, así como al finalizar se debe enfriar (10 o 15 minutos de actividad más suave para lavar el ácido láctico - sustancia que se libera al hacer ejercicio-) y elongar”, detalló Debbag.

La entrada en calor puede prolongarse por 15 o 20 minutos durante los cuales es importante hacer ejercicios de elongación y un pequeño trote. La etapa final, por su parte, tiene una duración similar y permite que la temperatura corporal disminuya paulatinamente, que el organismo vaya eliminando los
residuos metabólicos y lentamente se restituya la fisiología habitual de reposo.

Pese a que se realice una buena entrada en calor, los músculos de una persona que nunca realiza actividad física le van a doler luego de ir al gimnasio por primera vez en un año. Aún así, “es muy importante cumplir con esta paso antes de empezar la actividad del día”, sostuvo Debbag.

Tips importantes
- Procure elegir el calzado adecuado para cada actividad. Además, las zapatillas deportivas deben tener arco.
- Elija vestimenta clara y con ventilación.
- Utilice gorra.
- Evite las horas pico, entre las 12 del mediodía y las cuatro de la tarde.
- Procure no realizar actividad física si hay más de 30 grados o mucha humedad.
- Las mujeres deberán usar un buen corpiño, que sujete bien.

Un no rotundo a las fajas o ropa abrigada para hacer ejercicio
Debbag remarcó que si se usan prendas de nylon o látex con la vaga idea de adelgazar, será en vano. “Lo que éstas generan es una excesiva transpiración, por lo que la persona despide agua, producto de la deshidratación de las células adiposas”, explicó el médico, quien remarcó: “Si la persona pesaba 50 kilos pesará 47 después de la actividad; ésos tres kilos los recuperará ni bien vuelva a tomar agua”.

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