sábado, 9 de agosto de 2008

Las claves de una dieta saludable deben enseñarse desde la niñez

Especialistas en nutrición destacan la importancia de que los chicos aprendan a elegir los alimentos y a comer mejor. Aseguran que de manera creativa, pueden incluirse verduras y frutas en la dieta.

Desde los comentarios de un amigo o conocido que afirma haber "bajado de peso como nunca antes en su vida", hasta la gran cantidad de dietas que aparecen en las revistas o programas de televisión; el mantenimiento de la figura y la prevención del sobrepeso son dos cuestiones centrales.

Sin embargo, la preocupación de los especialistas en nutrición de toda América Latina -que este lunes 11 de agosto celebrarán una vez más su día, fecha elegida en honor al doctor Pedro Escudero, médico argentino, pasa por el desarrollo de una política sanitaria equitativa que posibilite la difusión de mensajes claves para que la población cuente con herramientas para enfrentar dos de los principales problemas de la región: el sobrepeso y la obesidad por un lado, y la desnutrición por el otro.

Las frutas, una opción ideal para incorporar en el desayuno
Por eso es tan importante trabajar desde "temprano", entendiendo este concepto como la necesidad de informar y formar a los chicos sobre las ventajas de una alimentación saludable y equilibrada que les va a permitir no sólo evitar el sobrepeso y la obesidad; sino también y fundamentalmente prevenir, a futuro, las enfermedades asociadas entre las que se encuentran la diabetes, la hipertensión, el síndrome metabólico y los accidentes cerebrovasculares.

Las primeras consideraciones importantes tienen que ver con la disponibilidad y la creatividad. Ante la excesiva oferta de golosinas (chocolates, caramelos, pochochos y helados, por citar sólo algunos) y "comida chatarra" que tienen disponibles lo más chicos, la mejor herramienta es el balance.

Para eso, cuando los niños están en casa -y siempre contando con el ejemplo de los padres- es recomendable optar por platos más saludables que incorporen de manera creativa, atractiva y "divertida" verduras y frutas. La clave está en el color y las formas.

Igualmente, vale aclarar que por la necesidad de dar el ejemplo aunque también debido a la indiscutible importancia que tiene cuidar la alimentación en todas las etapas de la vida, los adultos también deben estar atentos a qué alimentos eligen y cómo y en qué cantidades los consumen.

Enfoque actual
A diferencia de épocas anteriores en las cuales el eje de la nutrición estaba prácticamente cercenado al tratamiento de las diferentes afecciones, hoy por hoy está puesto en la educación para la adhesión a hábitos alimentarios saludables que contribuyan a prevenir afecciones.

Así lo expresa la licenciada en nutrición y directora de la consultora Nutrihelp, Silvia Squillace: "Para fomentar la educación nutricional hay que hacer hincapié, desde todos los sectores, en la importancia de que los chicos aprendan a elegir los alimentos y a comer mejor. En definitiva, pienso que se trata de enseñarles a cambiar hábitos".

Relacionado con el campo de la educación, en los últimos años se han dado a conocer diversos estudios en los cuales se enfatiza la importancia de incorporar frutas y verduras en las comidas pero no sólo en el almuerzo o la cena -para la cual son más aptas las verduras-, sino también en el desayuno o la merienda, comidas igualmente importantes y momentos ideales para tomar, por ejemplo, un jugo de naranja o pomelo o bien disfrutar de un plato de frutillas, kiwis, banana, melón o sandía, por citar solo algunas.

"Las personas que contaban con concentraciones más altas de vitamina C en sangre, presentaron 42 por ciento menos de riesgo de tener un accidente cerebrovascular (ACV). Pero eso no significa que haya que comenzar a ingerir complementos para impedir esta condición; sino simplemente que optando por una dieta con mayor cantidad de frutas de diferentes colores y sabores se puede prevenir enfermedades", señalaron los responsables de una investigación recientemente presentada en la publicación American Journal of Clinical Nutrition.

En cuanto al desayuno hay varias opciones disponibles: durante la época de frío lo más recomendable es prepararle a los chicos -y hacerse el tiempo para disfrutar junto a ellos- un café con leche caliente acompañado por tostadas o una barra de cereal; mientras en verano se puede optar por un yogurt con fetas de queso.

Tampoco hay que olvidar la necesidad de cumplir con un plan que cubra las seis comida diarias: desayuno, almuerzo, merienda, cena y dos infusiones; una entre el desayuno y el almuerzo, y otra entre la merienda y la cena.

Por otra parte, los especialistas suelen remarcar que "la comida fuerte del día" debería ser el almuerzo para evitar problemas de digestión durante la noche y además para favorecer el gasto energético.

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